Hoy nuestra psicóloga Ana Notivoli nos habla del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a la atención, autocontrol, capacidad de escuchar, estar quieto, seguir determinadas instrucciones, etc.

Actualmente, no está claro qué es lo que causa las diferencias cerebrales propias del TDAH, aunque se relaciona con medidas hereditarias. Si que hay factores (partos prematuros, consumo de sustancias tóxicas durante el embarazo, por ejemplo) que se ha demostrado que son mas proclives a ser diagnosticados.

¿En qué debemos fijarnos como padres?

ATENCIÓN: Si notas que tu hijo se distrae con mucha facilidad, tiene dificultades para mantener la concentración, no acaba lo que empieza o pierde mucho el tiempo. A veces podemos pensar que simplemente son niños despistados u olvidadizos.

HIPERACTIVIDAD: Tu hijo es sumamente inquieto, le cuesta estar en silencio, hace todo muy deprisa.

IMPULSIVIDAD: Interrumpen, empujan o agarran a los demás. No soportan esperar su turno, realizan actividades arriesgadas. Son excesivamente emocionales y viven todo de forma muy intensa.

No es sencillo detectar TDAH puesto que actualmente no hay ninguna prueba médica que detecte TDAH de forma concreta y exacta, si no que debemos valernos de pruebas psicométricas que identifican los rasgos del niño/a que son compatibles con este trastorno, así como su capacidad de atención, concentración… La valoración que realiza nuestra psicóloga determina también que estos problemas de comportamiento no se deban a algún otro problema de salud o trastorno del aprendizaje.

Los casos de niños/as con TDAH en ocasiones son difíciles de diagnosticar y se suelen pasar por alto causando bajo rendimiento académico, desgaste emocional en el niño y su familia y puede haber afectación social si conductualmente es impulsivo y le afecta en las habilidades sociales.

Un tratamiento adecuado ayuda a mejorar el TDAH. Los padres y los profesores pueden enseñar a los niños más pequeños a gestionar mejor su atención, su comportamiento y sus emociones. A medida que crecen van mejorando en su forma de relacionarse. No siempre es necesario tratamiento farmacológico pero en algunas ocasiones sí que será recomendable junto con terapia psico-educativa y emocional.

La labor de los padres es asimismo fundamental y deben trabajar en continua colaboración con los profesores del colegio, psicólogos. Es vital la involucración y trabajar todos en una misma dirección. Ante la más mínima duda se recomienda siempre valorar para descartar.

En algunos casos, los profesionales observamos ciertas dificultades que no son TDAH pero que también se deben trabajar para ayudarles a nivel académico, emocional y familiar.

En los casos que tratamos en la consulta vemos que trabajando de esta forma con unas pautas claras la evolución en nuestros pequeños es muy favorable.

No dudes en solicitar tu cita con nuestra psicóloga Ana Notivoli en el tlf. 876 614 000