¿Qué les pasa a las personas altamente sensibles?

En los años 90 la psicóloga norteamericana Elaine Aron acuñó por primera vez el término PAS, Personas Altamente Sensibles

Una persona altamente sensible tiene un sistema nervioso más fino y desarrollado que la media de las personas. Esto hace que la información sensorial que le llega a la persona sea mayor. Este rasgo nos permite detectar diferencias sutiles en los estímulos y un procesamiento de la información sensorial más profundo que el de las personas que no lo tienen.

El origen de esta elevada sensibilidad se encuentra relacionado con las conexiones neuronales del cerebro, de manera que, la Alta Sensibilidad es un rasgo psicológico de la personalidad de base neurológica, en función de las experiencias y aprendizajes que se tengan, afectarán positiva o negativamente a la persona.

Para considerar que una persona tiene el rasgo es necesario tener las cuatro características básicas de la Alta Sensibilidad: procesamiento profundo, sobreestimulación, fuerte emocionalidad y sensitividad.

Las características son:

1.Profundidad de procesamiento

La profundidad de procesamiento hace referencia a la realización de análisis profundos de los pensamientos: se evalúa minuciosamente la información sobre hechos pasados y se compara con la información presente antes de tomar una decisión y actuar. Las PAS “cogen una excavadora” y exploran las situaciones globalmente y en detalle antes de pasar a la acción. Esta característica es innata, no voluntaria: es una tendencia a procesar toda la información que reciben de manera intensa y profunda, lo que hace que sean personas que también reflexionan en profundidad los temas para comprenderlos bien, que sean perfeccionistas y muy creativas (capacidad para relacionar ideas aparentemente inconexas).

2. Gran emocionalidad y empatía

Gracias a la neurociencia y a la tecnología de la resonancia magnética funcional (fRMI), hoy sabemos que en las PAS, el hemisferio derecho registra más actividad de lo normal; sobre todo en la amígdala y el lóbulo frontal. En este hemisferio es donde está ubicada el área de las emociones, los sentimientos y la creatividad. Las pruebas con de fRMI muestran que estas personas tienen una mayor empatía (capacidad de ponerse en el lugar de los otros). Asimismo, también se ha observado que su cerebro tiene más neuronas espejo y que estas presentan más actividad de lo normal.

3. Sensibilidad a las sutilezas

Tienen la capacidad de percibir detalles y sutilezas que a la mayor parte de las personas se les escapan: sonidos, olores, sabores, texturas, objetos en un lugar, expresiones y estados de ánimo en los otros, pequeños cambios en su entorno, etc.

4. Sobreestimulación o saturación

Las PAS son personas más reactivas a los estímulos internos y externos, como la luz, el ruido, todo lo estridente, el dolor (propio y ajeno), los olores, el hambre y las emociones; las cuales viven con gran intensidad. Este hecho, sumado al exceso de información que reciben y al procesamiento profundo de esta información son factores que a menudo las sobreestimulan y saturan. Es normal que se abrumen fácilmente, ya que lo notan todo. De la misma forma, es normal que se sientan sobreestimuladas cuando las cosas son demasiado intensas, novedosas o caóticas durante mucho tiempo.

DE FORMA MAGNIFICADA: LAS INJUSTICIAS, LAS EMOCIONES, LOS RUIDOS

¿Cómo sé si soy PAS?

  • Capacidad para detectar detalles en su entorno que pasan desapercibidos para otras personas.
  • Empatía con el sufrimiento ajeno y una gran disposición a ayudar a los demás.
  • Dificultad para mantener los límites personales y para decir «no».
  • Facilidad para enamorarse, por lo que suele implicarse mucho en sus relaciones.
  • Tendencia a ser muy perfeccionista, aunque gracias a ello suele mostrar amor por el trabajo bien hecho.
  • Gran habilidad para concentrarse profundamente
  • Sensibilidad hacia las críticas
  • Molestia con las luces intensas o los olores y ruidos fuertes

 ¿Puede ser origen de otros problemas?

Bloqueos, retraímiento, baja autoestima, tristeza, estrés, desmotivación

Qué hacer si soy PAS

El autoconocimiento es fundamental en las PAS.

Su vida cambia cuando son conscientes de su sensibilidad, de las ventajas que supone y se afirman en todo lo positivo que les aporta.

Autocuidado: en la medida de lo posible, hay que evitar todos aquellos estímulos que sobrecargan y el exceso de información. Como esto no siempre es posible, encontrar un espacio propio para relajarse y practicar la meditación ayuda a la descompresión, a no rumiar pensamientos y a gestionar el estrés. Si las respuestas emocionales son demasiado altas, conviene poder hablar con un psicólogo sobre ello. Asimismo, deben comer bien y dormir lo suficiente.

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